t u v o z […]
aunque herida de purezas rotas[…]
no escribiré tu frente
como quien pone nombre a las horas,
no ignoraré en la hoja
el continuo horadar de tu albura
en la memoria,
y solo buscaré
las formas de conocerte :
seis…diez… doscientas…para saber del bosque
lo suficiente,
porqué tu voz pertenece al helecho,
al dios bardo que habita en el tejo
y mora sus huecos
como el licor plegado en tus
labios,
mis cerezos
para Aderet
ophelia riu(carmina ral)
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